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ARTÍCULOS

El Antiguo Pacto

Entonces Moisés subió al monte para presentarse delante de Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: «Comunica estas instrucciones a la familia de Jacob; anúncialas a los descendientes de Israel: “Ustedes vieron lo que hice con los egipcios. Saben cómo los llevé a ustedes sobre alas de águila y los traje hacia mí. Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece. Éxodo 19 verso 3 al 5 (NTV)


En los artículos anteriores aprendimos que un pacto es un acuerdo formal que vincula dos o más partes, en la que cada una de ellas se compromete en cumplir con los términos establecidos en dicho acuerdo. También aprendimos que el plan eterno de Dios era redimir al hombre. A este plan se le llama “Pacto de redención” en donde la deidad trina de Dios es participante activa de este.


El pacto de redención de Dios en su pueblo es revelado a los hombres en promesas sucesivas, y que forma el andamiaje dentro del cual se construye su Iglesia; su forma y crecimiento, que están desde el principio determinados por él. (1)


Entendiendo esto entonces ¿a que se le llama antiguo pacto?


Se le llama antiguo pacto a las promesas de redención entre Dios y el hombre antes de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. Las promesas de redención del hombre las podemos ver desde el principio en pequeños atisbos con Adán, en donde aún en el pecado, Dios manifiesta su Justicia y gracia sobre su creación. Luego vemos en Noe otra manifestación de Dios y su pacto.


Si avanzamos encontraremos en Abraham, el progenitor de Israel, otra manifestación de la gracia de Dios, prometiendo hacer de sus descendientes una nación especial. Son estos descendientes los que más adelante se involucraron en un pacto con Dios en el Monte Sinaí 430 años después, confirmando la promesa de Dios con Abraham, sacando a sus descendientes de la esclavitud, para hacerles libres y empezar a vivir como una nación independiente (Éxodo 12:40-41).


Dios utiliza a Moisés como medio en el monte Sinaí para entregar a su pueblo este contrato (pacto), revelando su ley y sus promesas a su pueblo. El Monte Sinaí era un lugar especial donde Dios le iba a exponer de manera formal su pacto. Había pasado mucho tiempo, siglos desde que sus antepasados habían estado en contacto con Dios recibiendo sus promesas. Por ende, todas las cosas que escucharían, podían considerarse como “nuevas” para ellos. Podemos ver en Éxodo 19 como Dios prepara a su pueblo para recibir este pacto:


Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece. Ustedes serán mi reino de sacerdotes, mi nación santa”. Este es el mensaje que debes transmitir a los hijos de Israel». Éxodo 19: 5-6 (NTV)


Esto fue tremendo ya que Dios estaba cumpliendo su promesa, él estaba declarando que ellos eran su Pueblo. Y tal escena fue terrible ya que la voz de Dios fue como el sonido de una trompeta, muchos truenos, mucho ruido, además una nube espesa tapaba el monte. ¿Por qué? Pues en ese momento Dios estaba hablando a su nación: “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo...” (Éxodo 20:1).


Cuando Dios revela su plan a su pueblo, podemos ver distintas cláusulas o condiciones. (Éxodo entre los capítulos 20 al 23). En estas cláusulas podemos encontrar:


  • Las leyes preexistentes de Dios: sus mandatos conocidos como los 10 mandamientos. Pero estos mandamientos son la reafirmación de su pacto desde el principio. Leyes como no tener otros Dioses (Dios se lo entregó a Jacob en (Génesis 35:1-4), las del día de reposo (visto desde la creación del hombre), la ley de no matarás (lo vemos en la historia de Caín y Abel) entre otras historias bíblicas anteriores al monte Sinaí.

  • Las leyes sociales que formaban parte de la vida civil y que los establecía a ellos como una nación.

  • Otras leyes imperativas para los seres humanos mucho antes de que Israel llegara al Monte Sinaí. Entre ellas estaban estatutos como el del diezmo y las carnes limpias. Entendiendo que Dios dijo en Génesis 26:5: “por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”. (2)


Cuando Israel recibe este trato de Dios, ellos aceptan ratificando así este Pacto con sangre de un animal (recuerde que un pacto es un contrato de Dos partes en este caso de Dios con su pueblo) (Éxodo 24:8).


Lo hermoso y curioso de este pacto es que en muchos aspectos es similar a un pacto matrimonial, puesto que como una novia y un novio dicen “sí, acepto” de igual manera su pueblo aceptó someterse a Dios en donde la promesa de Dios era amarlos y proveerles en todo.


Pese a esta hermosa promesa de amor de Dios hacia su pueblo, ellos no fueron fieles a su esposo. Fueron setecientos años aproximadamente de infidelidad y desobediencia. Fue tanto el pecado de Israel ante Dios que ellos abandonaron su pacto matrimonial:


“Ella vio que, por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó… Convertíos, hijos rebeldes, dice el Eterno, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion... Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice el Eterno” (Jeremías 3:8, 14, 20 RV 1960)


El antiguo pacto no logró ningún cambio en el corazón del hombre. El autor del libro de hebreos nos dice lo siguiente: “Porque si aquel primero hubiere sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo” (hebreos 8:7). Dios sabía que el primer pacto no iba a funcionar, no por causa de Dios, sino por causa del pueblo, ya que “ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor” (hebreos 8: 9c). (3) Ojo, recuerda esto: el antiguo pacto no falló, sino que el hombre falló ante su compromiso con Dios.


Es por eso que Dios por medio de sus profetas empezó a hablar ya de un nuevo pacto. Es así como Dios prometería a David que la libertad y este nuevo pacto vendría de su descendencia (2 samuel 7; salmo 89:19-37). Y que cuando viniese, se establecería un nuevo pacto, o pacto definitivo (Jeremías 31:31-34; hebreos 8:8-12; 10:15-17). (1)


Si estuviésemos en el antiguo pacto, sería algo que no podríamos cumplir. Pero por misericordia de Dios hoy gozamos de la redención en tiempo de gracia de la cual tú y yo no somos merecedores. Solo el amor de Dios nos ha hecho partícipes de aquello. Bendita gracia.


Te invito querido joven a que leas el próximo artículo, para que entendamos juntos de qué trata “el nuevo pacto.”

 
(1) Artículo “El pacto del pueblo de Dios” por ministerios Ligonier escrito por El Dr. Sinclair B. Ferguson (2) Que es el antiguo pacto, blog vida esperanza y verdad. (3) Escuela Dominical Iglesia Unida “Un nuevo pacto” Domingo 23 de enero de 2023-
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