Si tuviésemos que hablar de cómo podemos conocer la voluntad de Dios, debemos decir que, la revelación más clara de su voluntad es su palabra. En la segunda Carta de Pablo a Timoteo se afirma con claridad: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3: 16-17, rv95). Mientras algunos puedan pensar que conocer a Dios solo por su palabra limita a Dios y que se puede conocer por distintas vías, usted y yo debemos entender que su palabra es la única fuente fiable en la que conoceremos su voluntad.
Ahora bien, la voluntad de Dios no está determinada por el solo hecho de leer la Biblia, sino que la voluntad de Dios por su palabra se determina en la correcta comprensión y aplicación de ella. Sin una buena lectura podemos pasar por alto los distintos contextos en el cual el pasaje está escrito.
Es probable que hayas escuchado que la Biblia se puede interpretar como cualquier otro libro, pero esto no es cierto. Cuando no se lee el contexto o se le impone al texto nuestro propio contexto personal, las conclusiones de aquello pueden ser fatales, no solo para nosotros, sino que también afecta a quienes nos oyen. Y tal como dice el dicho popular, un texto fuera de contexto es un mero pretexto.
Frente a lo expuesto, hay muchos textos que han sido mal interpretados. ¿Has oído la frase “la letra mata”, pensando que el estudio de la palabra no es algo beneficioso a nuestra vida espiritual, puesto que sólo “el espíritu vivifica”? ¿Dónde sale eso?, pues si, sale en la biblia
…el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica. 2 corintios 3:6
¿En qué contexto el apóstol Pablo lo habla a la iglesia de Corinto?
En la iglesia de Corinto había hermanos que dudaban de la legitimidad del apostolado y la autoridad de Pablo. La iglesia estaba en una ciudad en donde el paganismo griego y los judaizantes radicales causaban estragos en la mente de todas las personas, inmiscuyéndose incluso en las iglesias. En ese sincretismo que afectaba a la iglesia, algunos falsos maestros intentaban desviar a la congregación del mensaje del evangelio y de la predicación del Apóstol.
Frente a la defensa de su apostolado y la defensa del evangelio de la gracia, Pablo enseña sobre el nuevo pacto y hace contraste con el antiguo pacto, es decir la ley y el peso de la ley que los fariseos y las sectas judías habrían agregado. Entendamos el contexto del pasaje completo. Pablo les explica que el antiguo pacto, que estaba escrito en letra, mata por distintas razones. Primeramente, era un pacto “de muerte” (2 Co. 3:7), sin capacidad de dar vida, sino que el pecado que mora en el ser humano al no poder salvarse a sí mismo lo conduce si o si a la muerte (Ro. 7:11). Este pacto, por sí mismo, no tenía capacidad alguna de producir vida. Era un código condicional que Dios había hecho con su pueblo, pero que, con el sacrificio de Cristo, la humanidad recibiría un nuevo y mejor pacto (He. 7:22, 8:6, 12:24). (1)
Es importante que entiendas esto querido joven, el texto NO está hablando de que estudiar la Biblia es malo y que solo debemos dejarnos guiar por el Espíritu, sino que habla del contraste entre la letra, el peso de la Ley escrita versus la bendición de la gracia de Cristo dada por el Espíritu en nosotros.
Es por eso amado Joven, que siempre cuando estudies la Biblia, el Espíritu Santo es el que obra activamente en nuestro entendimiento para que podamos comprender su palabra y ponerla por obra.
Es imposible entender que las Sagradas Escrituras sin la ayuda del Espíritu Santo no se pueden comprender, si o si debemos ser asistidos por el Señor. Es lo que en teología llamamos iluminación. Y si queremos acércanos a la voluntad de Dios, es imposible sin la palabra. Es más, El mismo apóstol Pablo pidió a Timoteo que predicara “la Palabra”, pues le dijo, predica la palabra, estudia las escrituras, sé diligente con el propósito de presentarse delante de Dios como un obrero aprobado.
“que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina” … 2 Timoteo 4:2-3ª rv60
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” 2 Timoteo 2:15 rv60
Que bendición es conocer a Dios por su palabra, y que ella nos guíe, y que el Espíritu Santo nos iluminé para poder obrar según lo que la palabra nos indica. Muchas veces dejarnos llevar por nuestras emociones, sin el estudio cuidadoso de la Palabra, no solo es irresponsable, sino que es desobedecer las instrucciones claras y detalladas que el Señor nos dio en su Palabra. Si solo fuese lo que nos dice el sentir corazón, estamos dando espacio a un sentir engañoso, pues la misma palabra nos dice que el corazón del hombre es engañoso. También el salmo 119 nos recuerda que “su palabra es lámpara y lumbrera a nuestro camino”. Entonces Las Escrituras no matan, al contrario, dan vida e iluminan nuestro camino.
Te invito a que te apasiones por las sagradas escrituras. A que te enamores del Jesús de la Palabra, siempre pidiendo la asistencia del Espíritu Santo. Y cuando nos topemos con algún texto difícil en las Escrituras, te recomiendo mirar el contexto, tanto el inmediato como el más amplio (En palabras simples lee el texto un poquito para arriba y un poquito para abajo, y si puedes profundizar mejor aún). Es importante que tengamos un panorama robusto y completo de toda la Palabra, y así comprender la Biblia con la Biblia misma. De esa manera no caeremos en condenación por un mal uso de su palabra, sino que seremos, como Pablo, ministros y proclamadores del evangelio que trae vida eterna.
(1) Artículo ¿Qué significa: “La letra mata, pero el espíritu vivifica”? por Emanuel Elizondo, Coalición por el Evangelio