Quizás al igual que yo te has preguntado sobre tus orígenes. Siempre nos gusta saber quienes fueron nuestros antes pasados y como fue su vida y algunos detalles interesantes de ella.
Hoy en nuestro primer capítulo de nuestra serie “el rol de la mujer bíblicamente”, he querido partir desde el comienzo y ya me imagino que estás pensando donde, ¡Claro! Génesis, ahí comenzó nuestra historia, cuando fuimos creadas por el mismo Dios.
El día de hoy analizaremos algunas partes importantes de nuestra creación como mujer y como eso se manifiesta en nuestro rol viviendo una feminidad bíblica.
En Génesis 2:21 leemos el momento en que Dios creó a la mujer. “Duerme” le dijo Dios al hombre y el hombre durmió profundamente, el Señor atravesó su costado y extrajo carne y huesos. Hirió a su hijo en un costado. ¿Podemos ver esta alegoría? Esto apunta directamente a la obra de Jesucristo, cuando Dios atravesaría el costado de Su hijo primogénito para que la iglesia, la novia de Cristo surgiera y encontrara vida.
Ahora a la mayoría de nosotras la idea de que la mujer sea creada de la costilla del hombre suena algo raro, pero esto tiene significados que nos ayudarán a poder mirar nuestro rol y nuestra feminidad bíblicamente.
Unos versículos más arriba en Génesis 2:18 Dios dice que creará una ayuda idónea para el hombre, una ayuda adecuada para él. El hecho de que las mujeres hayan sido creadas para ayudar a los hombres no significa que fueron creadas para servir a los fines egoístas de ellos. ¿Entonces qué quiere decir cuando leemos en este pasaje ayuda idónea? Pensemos un poco para qué la mujer fue creada ¿Qué tiene que ayudar al hombre a hacer?
El término que se usa en Génesis, expresa complementariedad, entre el hombre y la mujer, ella no es exactamente como él. Ella es su ayuda paralela, es como un espejo. Sin embargo, no se trata de una ayuda para que el hombre se exalte o para darle pleitesía, sino que la mujer lo ayuda y contribuye a que juntos logren un propósito aún más grande. Ella lo ayuda a reflejar a Dios y a mostrar el evangelio.
Ahora si volvemos a Génesis 2:22, nos encontramos con una hermosa declaración de amor “Dijo entonces Adán: esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada varona, porque del varón fue tomada” él y ella comprendieron su rol inmediatamente, ahora por supuesto, el pecado ha tergiversado todo y necesitamos luchar contra la influencia de este para que volvamos al lugar correcto y entendamos lo que Dios nos quiso decir. Analicemos un poco los nombres que nos muestra este versículo. El primer hombre se llamó a sí mismo Ish (varón), y a la mujer Ishsha (varona), este conjunto de palabras tiene un significado muy profundo ya que Ish viene de la raíz que significa “fuerza” e Ishsha viene de la raíz que significa “delicado” En ese preciso momento el hombre, sin pecado, pudo mirar la naturaleza de ambos, y nombrarse así mismo como lo hizo, la implicación es clara cuando observamos el significado bíblico de la fuerza de un hombre. La raíz de la palabra hebrea es virilidad, y es comúnmente asociada a la sabiduría, la fuerza y vitalidad de un guerrero exitoso. Ahí el hombre supo a quien tenía que servir, amar y por quien incluso daría su vida. Así mismo Dios quiso asegurarse de que la mujer, su última obra maestra de la creación, fuera suave, delicada, amada, apreciada y mantenida a salvo.
Esta visión general de Génesis muestra que Dios tiene un diseño espectacular para tu feminidad, Él tiene un patrón para lo cual te creó como mujer, el plan que tiene para ti es precioso y significativo. Él quiere que mostremos a través de nuestras relaciones el perfecto diseño de Dios, por medio de las diferentes personalidades que cada una tiene y en la diversidad de quienes somos conforme a Su diseño.
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