Ser víctima de bullying no debe ser fácil. Ser insultado o dañado de manera física y verbal hasta el nivel de la humillación es algo que nadie quisiese pasar, y si tú eres víctima de lo mencionado quiero animarte y plasmar en estas líneas que aún hay esperanza.
En el artículo anterior, echamos un vistazo a la vida de José y sus hermanos. En este artículo me gustaría que observemos lo que esta historia nos puede decir desde la vereda de José.
José era el menor de sus hermanos. Jacob (papá de José) le tenía un cariño especial a su pequeño, pues nació en la vejez de sus padres. Este cariño especial hacia José provocó envidia y molestia en el corazón de sus hermanos mayores.
Como se nos explicó en el artículo anterior, José sufrió dos tipos de bullying: físico y psicológico:
Bullying físico porque sus hermanos lo tiraron a un pozo profundo y seco.
Pero, por el contrario, sus hermanos lo odiaban porque su padre lo amaba más que a ellos. No dirigían ni una sola palabra amable hacia José. (Génesis 37:4 ntv)
Bullying psicológico porque le tiraron a un pozo profundo y seco, además de eso en sus corazones estaba la intención de matarle. Aunque no le mataron le vendieron como un esclavo, y mintieron a su padre respecto diciéndole que había muerto.
La vida de José no fue fácil, es más, nadie que sufre violencia vive una vida fácil.
Si no sabes cómo enfrentar estas situaciones, quiero invitarte a reflexionar en los siguientes puntos:
Cuida tu corazón.
El ejemplo de la vida de José es, que pese a todo el maltrato sufrido. él cuidó su corazón. Así como el Señor estaba con José, ten por seguro que el Señor estará contigo. Y si lees la historia completa de José, no solo se vio enfrentado al maltrato de sus hermanos, se enfrentó a la esposa de Potifar y otras situaciones. Pero aún en un tiempo difícil mantener un corazón íntegro, el Señor siempre te estará respaldando.
El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.
Génesis 39:2 ntv
Sé prudente y no te expongas.
José era un gran soñador. En el capítulo 37 de Génesis vemos como el Señor mostró por sueño lo que sucedería en el futuro. José lo que hizo fue contar a su padre y su hermano. Algunos teólogos explican que el error de José fue haber contado esos sueños a sus hermanos que lo odiaban. Y aunque estamos en la soberanía del Señor, y en las manos del Señor está nuestro futuro, también debemos ser prudentes frente a ciertas situaciones que se nos pueden salir de las manos. La violencia no se justifica jamás con nada, pero también debemos ser sabios con quien nos juntamos, con quien hacemos lazos y amistades y a quien le contamos lo que nos sucede. Sé sabio, evita a los abusadores y no te expongas a situaciones que den pie a hacerte daño. Si estas en situaciones que salen de tus manos, siempre da aviso a alguien de confianza respecto a las situaciones complejas que puedas vivir.
El hombre prudente ve el peligro y se protege; el imprudente ciegamente avanza y sufre las consecuencias.
Proverbios 22:3 NBV
Di ¡No! a los sentimientos de venganza
Es probable que por ahí hayas escuchado la frase “la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena” que por lo cierto tiene mucha razón. La palabra de Dios siempre nos llama a amar, aunque no nos amen. La palabra además nos dice que nosotros jamás debemos devolver mal por mal, y si alguien nos hace daño, es él quien nos defenderá
No paguemos a nadie mal por mal. Procuremos hacer lo bueno a los ojos de todo el mundo. Si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos. No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.»
Romanos 12:17-19 RVC
Aunque cueste debemos perdonar
José por voluntad del Señor fué bendecido, ocupando lugares de honra como ser el gobernador de Egipto. En aquel tiempo también hubo mucha necesidad en esas tierras, por lo que sus hermanos (sin saber que José vivía, ni tener idea que ahora él era el gobernador de Egipto) fueron a solicitar ayuda a la casa del Gobernador.
Si bien es cierto que el texto bíblico primero indica que José probó el corazón de sus hermanos, y les noto distintos. Cuando José notó el cambio de corazón en sus hermanos, primero lloró, (se desahogó) para luego mostrarse con sus hermanos (Génesis 45:1-3). Les alimentó, y reafirmó la voluntad de Dios en todo aún en lo complejo. José reafirmó su perdón más adelante cuando papá murió.
Al ver que su padre estaba muerto, los hermanos de José pensaron: «¿Qué vamos a hacer si José todavía está enojado con nosotros, y quiere vengarse por lo que le hicimos?» Entonces mandaron a decirle: «José, antes de que nuestro padre muriera, dejó dicho que debías perdonarnos todo el mal que te hemos causado. Es verdad que te hemos hecho mucho daño, pero te rogamos que nos perdones». Cuando José recibió este mensaje, se puso a llorar. Sus hermanos fueron entonces a verlo, y se arrodillaron delante de él. Le dijeron: —Somos tus esclavos. Sin embargo, José los tranquilizó, y con mucho cariño les dijo: —No tengan miedo, que yo no soy Dios. Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios cambió todo para bien. Ustedes han visto ya lo que ha sucedido: Dios ha dejado con vida a mucha gente. Así que no tengan miedo. Yo voy a cuidar de ustedes y de sus hijos.
Génesis 50:15-21 TLA
Que complejo es poder perdonar a quienes nos tratan mal. Pero sabemos que el Señor es quién nos ayudará a poder salir adelante, a ordenar y apaciguar nuestro corazón que puede estar dañado por situaciones duras y difíciles.
No te olvides de quién eres en Cristo
José sabía quién era en Dios. Y tú, ¿Sabes quién eres en Cristo?
Eres especial para el Señor, creado a su imagen y semejanza. Vales mucho. No permitas que las mentiras de los que te hacen bullying influyan en tu autoestima, lo que vale es lo que tú vales para Dios.
Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre.
Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo.
Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias.
Todo lo que haces es maravilloso, ¡de eso estoy bien seguro!
Tú viste cuando mi cuerpo fue cobrando forma en las profundidades de la tierra;
¡aún no había vivido un solo día, cuando tú ya habías decidido cuánto tiempo viviría!
¡Lo habías anotado en tu libro!
SALMO 139: 13-16 TLA
Si estás siendo acosado, no te quedes callado, denuncia.
Malamente se tiene el mal concepto de que hablar y acusar el maltrato del bullying es quedar como hablador, o pensar que serás doblemente maltratado. Hablar no te deja como el “sapo” ni tampoco es un chisme denunciar el acoso. Ser “cahuinero o chismoso” es hablar y delatar a alguien cuando quieren meterlo en problemas sin alguna causa. La denuncia del acoso y bullying tiene como fin protegerte para que dicha situación de maltrato no siga sucediendo y también frenar al abusador.
Dios es tan justo y ordenado que, en su infinito amor y sabiduría, estableció para nosotros a las autoridades humanas como el gobierno (Rom. 13:1-4) a nuestros padres y familia cercana, autoridades eclesiásticas y otra índole como la administración escolar. Hay muchos a quienes puedes recurrir y denunciar el acoso.
Jóven, recuerda que no estás solo. No tengas miedo de contarles a los demás lo que está pasando.
Podríamos seguir dando muchos tips, pero quiero concluir con lo siguiente:
No estás solo, si estás sufriendo, no te calles.
Si estas marcado por el bullying, recuerda que no estás solo, Dios te ama, y quiere sanar tu corazón.
Es el amor de Dios, lo que debe empujarte a sentir, aunque sea una pizca de esperanza.
Si necesitas sanar tu corazón maltratado, ven al Señor y si en este momento estás siendo atacado por bullying, permita Dios que puedas acercarte a Él.
La historia de José nos presenta una panorámica increíble de cómo Dios actúa soberanamente aun cuando están haciéndonos daño y ordena en bien y no el mal para sus hijos. Después de todos sus sufrimientos, José fue capaz de ver la mano de Dios obrando en medio de episodios violentos, y créeme que el Dios de José también es tu Dios.
Recuerda:
Denunciar.
Cuidar tu corazón.
Sé prudente y no te expongas.
Di ¡No! A los sentimientos de venganza.
Aunque cueste, debemos perdonar.
No te olvides quién eres en Cristo.
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