A lo largo de la historia y en el siglo presente las personas han tenido, y tienen aún, el anhelo de conocer lo que les espera para el futuro, esa es la razón por que la que suelen estar de moda los horóscopos o el ir de visita a una persona para ver su futuro en una bola de cristal o en unas cartas, ellos desean saber qué ocurrirá el próximo día. Y es por ese mismo deseo que muchas personas sufren de ansiedad y preocupación ante el futuro, tienen tanta incertidumbre sobre lo que les esperará en el mañana que viven atemorizadas, redunda en sus mentes ¿Seré feliz? ¿Tendré un buen trabajo? ¿Triunfaré en la vida? ¿Lograré formar una buena familia con la persona que amo? Más ellos buscan su tranquilidad de la forma equivocada.
En nuestro caso es distinto, porque para nosotros nuestro futuro y nuestra confianza están en Dios, Él nos sostiene con Su mano Soberana. Pero también debemos tener cuidado de caer en tales pensamientos de preocupación, pues como escuché alguna vez, la preocupación es el pecado de la falta de fe. Por esa razón nosotros debemos caminar por fe y no por vista, porque el justo por su fe vivirá (Hab. 2:4).
Es otra interrogante la que a veces nos roba el sueño, y tiene que ver con nuestro deseo de querer agradar a Dios, tiene que ver con nuestro intento de querer ser guiados por Dios en todos los aspectos de nuestras vidas, es de ese deseo que nos preguntamos ¿Cuál es la voluntad de Dios para mí vida? ¿Qué es lo que Dios desea que haga?
Para responder a esa interrogante, lo primero que debemos establecer es que hay cosas que nunca podremos conocer, y aunque ayunemos y oremos día y noche, no las podremos saber, pues la Escritura nos dice que hay cosas secretas, y las cosas secretas pertenecen al SEÑOR, pero las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos Sus palabras (Dt. 29:29). Si es la voluntad secreta de Dios lo que esperas conocer, vas por un callejón sin salida, pues es como si intentaras vaciar el mar con tus manos para ver que hay en el fondo de él. Cuando Dios cierra sus labios, es hora de dejar de hacer preguntas.
Pero entonces, ¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida? Una de las formas en que podemos entrar en sintonía con la voluntad de Dios, es la oración, es clamando a Dios que nos enseñe el camino por el que debemos andar. La otra forma en la que nosotros podemos conocer la voluntad de Dios es estudiando y meditando profundamente en Su palabra, es ahí donde encontraremos la forma en la que Él desea que andemos día a día, ahí encontraremos los preceptos que el SEÑOR ha establecido para nosotros para ser guiados en cada aspecto de nuestras vidas. ¿Cómo puedo guiar mi vida bajo la Voluntad de Dios? Guiando tú vida y cada aspecto de ella según la forma que ha establecido Dios en Su Palabra.
Estoy consciente que durante nuestro caminar podemos llegar sentir cosas que creemos que Dios nos impulsa a hacer, no dudo de esas cosas, pues creo que bajo la voluntad divina de Dios, El Espíritu Santo puede iluminarnos sobre decisiones o asuntos particulares de nuestra vida con Su inmensa sabiduría, pero debemos tener en cuenta que nada de lo que podamos sentir puede ir en contra de lo que Dios nos ha revelado en Su Palabra, pues el Espíritu Santo nunca nos hará sentir algo que contradice las Escrituras, nunca nos llevará a pecar y romper las reglas.
Entonces si sientes que debes mentir sobre un asunto en particular para postular a un mejor puesto de trabajo, eso claramente va en contra de lo que Dios nos ha enseñado, pues la Palabra nos dice que no debemos mentir. O si sientes que cierto hermano o hermana es la persona que Dios tiene para tu vida, pero para eso debes conquistar a una persona que ya tiene pareja, que está casada o que no cree en Dios, claramente es imposible que venga de Dios. Si se presenta un trabajo que te dará grandes ingresos monetarios, pero no tendrás tiempo para la Iglesia y la familia ¿Será la voluntad de Dios?
Pero a veces queremos ser la excepción y eso solo nos trae dolor, ¿Cuánta tristeza nos hubiéramos ahorrado si hubiéramos confiado menos en nuestros sentimientos y más en las Escrituras? Por eso, es mucho mejor renunciar a nuestros sentimientos y nuestros deseos, por muy duro que pueda parecer, que iniciar una nuestra batalla contra la voluntad de Dios. A veces intentamos acomodar la Biblia para seguir nuestra propia voluntad, pero la verdad es que somos nosotros quienes deben ser moldeados por ella para seguir la Voluntad de Dios, es mejor decir hágase Tú voluntad y no la mía, que seguir nuestra propia voluntad y con el tiempo hallarnos en un corral junto a los cerdos anhelando volver a casa.
Si tú deseas andar bajo la voluntad de Dios al momento de elegir la persona que te acompañará por el resto de tus días, es decir, tu futuro esposo o esposa, busca en la Biblia y conocerás la respuesta, ahí conocerás los parámetros que Dios establece en Su palabra sobre cómo debe ser tu futuro esposo o esposa. Si deseas hacer la voluntad de Dios en tu trabajo, busca en la Biblia lo que Dios espera que haga una persona en su trabajo, todas las respuestas se encuentran ahí, más si la duda es inmensa en ti, no dudes hablar con tu Pastor y buscar su consejo.
Querido hermano y hermana, sabremos que vamos por el camino correcto cuando sintamos paz y gozo en el corazón, cuando nuestra conciencia esté en perfecta sintonía con la Palabra de Dios. El Santo Espíritu nos guíe por el camino correcto. A Dios sea la Gloria.
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