La batalla que librará el hombre entre su conversión y su glorificación, será una batalla por la irreprensibilidad en todos los ámbitos de su naturaleza y de su cultura.
Cuando pensamos acerca de ser santos y ser irreprensibles, la imagen porfiada de la abstinencia nos viene directo a la mente. Sin embargo, debemos hacer un énfasis en este punto y decir que la santidad no es lo mismo que la abstinencia. En la temática #Irreprensibles justamente encontraremos un llamado a esa vida santa, a una vida sin reproches, sin reprensiones de parte de Dios, pero con un alto grado de satisfacción, deleite y alegría que adornarán todas las áreas de nuestra vida. De esta manera podemos decir que “… el Señor volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres.” Deuteronomio 30.9.
HA SIDO AFECTADO EN TODO ÁMBITO DE SU NATURALEZA, ESTO ES: CUERPO, MENTE, ALMA, VOLUNTAD, ETC. La doctrina de la depravación total nos manifiesta lo que dicen las escrituras, esto es, que el hombre, producto del pecado, ha sido afectado en todo ámbito de su naturaleza, esto es: cuerpo, mente, alma, voluntad, etc., y no hay nada en él que pueda haberse escapado de la infección del pecado. Por lo tanto, debemos concluir que el hombre necesita ser restaurado en todo ámbito de su vida, debe ser irreprensible en la vida de su mente, en la vida de su cuerpo, en la vida de su familia, en la vida de su trabajo, en la vida de su servicio, y en la vida de su ministerio y servicio dentro de una iglesia local. Como mencionamos en los puntos anteriores, la batalla que librará el hombre entre su conversión y su glorificación, será una batalla por la irreprensibilidad en todos los ámbitos de su naturaleza y de su cultura.
LA BATALLA QUE LIBRARÁ EL HOMBRE ENTRE SU CONVERSIÓN Y SU GLORIFICACIÓN, SERÁ UNA BATALLA POR LA IRREPRENSIBILIDAD EN TODOS LOS ÁMBITOS DE SU NATURALEZA Y DE SU CULTURA. Enseguida revisaremos de manera concisa la irreprensibilidad en los diferentes ámbitos de la vida. Para esto usaremos un método sencillo para ser claros y categóricos, esto es: El mandato, la razón y el fruto.
EL MANDATO: Revisaremos el mandato escritural de la Palabra de Dios, entendiendo que sólo por medio de las escrituras podemos obtener los verdaderos mandatos e ideas de Dios.
LA RAZÓN: Explicaremos las razones de los mandatos de Dios que pueden encontrarse en las escrituras, entendiendo que Dios cuando manda y niega según su voluntad es para beneficio de su iglesia y para gloria de Su Nombre.
EL FRUTO: El efecto de hacer la voluntad de Dios es maravilloso. Toda nuestra vida obtiene sentido y se despliegan en las diferentes realidades de nuestra existencia una interminable gama de beneficios, deleites y alegrías que solo pueden darse cuando estamos plantados irreprensiblemente en la voluntad de Dios.
IRREPRENSIBLE EN SU MENTE.
EL MANDATO:
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Mateo 22.37.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12.2.
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 1 Corintios 2.14–16.
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Efesios 4.17–18.
LA RAZÓN:
La Biblia nos enuncia la voluntad de Dios para nuestra mente de múltiples maneras. La razón es que la mente es el centro de nuestra vida, y la sala de comando donde nacen y fluyen todo lo relativo a nuestra existencia. Si la mente está mal, todo está mal. Por eso, el segundo versículo de Romanos 12, nos indica que para comprobar y hacer la voluntad de Dios es necesario
1 Proverbio expuesto por Samuel Smiles, autor y Reformador escoces.
que nuestra mente o entendimiento sea renovado para la transformación total de nuestra vida.
EL FRUTO:
“Si siembras un pensamiento cosecharás una acción, si siembras una acción cosecharás un hábito, si siembras un hábito cosecharás un carácter, si siembras un carácter cosecharás un destino”
1 El fruto de una mente sin la presencia de Dios, será una vida sin la presencia de Dios, el fruto de una mente religiosa será una vida religiosa, pero el fruto de una mente llena de la voluntad de Dios será una vida llena de la voluntad de Dios.
EL FRUTO DE UNA MENTE LLENA DE LA VOLUNTAD DE DIOS SERÁ UNA VIDA LLENA DE LA VOLUNTAD DE DIOS.
IRREPRENSIBLE EN SU CUERPO.
EL MANDATO:
Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 1 Corintios 6.13–16.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1 Corintios 6.19–20. • Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 1 Tesalonicenses 5.23–24. LA RAZÓN La Biblia nos anuncia de manera clara que el cuerpo es algo importante para Dios. Y si el cuerpo es importante para Dios no da lo mismo lo que hacemos con él. Dios nos pide un cuidado absoluto de nuestro cuerpo, santificándolo (restringiendo su uso) para el Señor. Todo elemento tiene un uso específico y original y muchos usos posibles. Por ejemplo: un cuchillo de cocina fue hecho para una uso específico y original que es cortar alimentos. Pero todos sabemos que un cuchillo de cocina tiene múltiples usos posibles desde atornillar un tornillo hasta matar a un ser humano. Lo mismo sucede con el cuerpo. Dios lo creó para usos específicos como recrearse o trabajar, pero tiene muchos usos posibles como dañar a un prójimo físicamente o auto-dañarse. También debemos decir en nuestra cultura donde la comida es abundante y atractiva, y los modos de vida son cada vez más sedentarios, que es necesario cuidar nuestro cuerpo, procurando glorificar a Dios no solo con un correcto uso, sino con una correcta forma, trayendo salud y bienestar para uno mismo y quienes nos rodean.
SI EL CUERPO ES IMPORTANTE PARA DIOS, NO DA LO MISMO LO QUE HACEMOS CON ÉL.
El fruto de un cuerpo descuidado es una vida descuidada. El fruto de un cuerpo utilizado correctamente y para gloria de Dios es una vida para la gloria de Dios. Un cuerpo santificado, cuidado correctamente, y usado de manera tal que traiga gloria a Dios, entregará bienestar, placeres, y habilidades espectaculares e increíbles que aportarán no solo a dar Gloria a Dios, sino a realizar una vida abundante.
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