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El acoso o bullying es un comportamiento perjudicial y repetitivo que una persona ejerce sobre otra. Existen diversas razones por las cuales una persona puede acosar a otra, y estas razones pueden variar de un caso a otro. Algunas de las posibles razones incluyen:


🡪 Búsqueda de poder y control: En muchos casos, los acosadores buscan ejercer poder y control sobre sus víctimas como una forma de sentirse superiores o dominantes. Pueden disfrutar del sentimiento de tener el poder para intimidar o herir a otra persona.

🡪 Inseguridad: Algunos acosadores pueden sentirse inseguros acerca de sí mismos y tratan de ocultar esas inseguridades atacando a otros. El acto de acosar a alguien les da una falsa sensación de superioridad y seguridad.

🡪 Imitación o presión de grupo: A veces, los individuos pueden participar en el acoso debido a la presión de grupo o para encajar con ciertos amigos o compañeros que también están involucrados en el comportamiento.

🡪 Diferencias y prejuicios: Las diferencias en términos de apariencia, género, orientación sexual, origen étnico, religión u otros factores pueden llevar a la intolerancia y al acoso. Las personas a menudo acosan a aquellos que perciben como diferentes o "extraños".

🡪 Falta de empatía: Algunos acosadores carecen de empatía y la capacidad de comprender o preocuparse por los sentimientos de los demás. Esto les permite acosar a otros sin sentir remordimientos.


Ahora el problema no es solo del que hace bullying, si no del que también es testigo silencioso de la situación, surge así la pregunta, ¿Ser un espectador pasivo empeora el problema?

El observador pasivo ejerce como un tercero en la escena interpersonal, adoptando un rol fundamental para la pervivencia del acoso. Sin duda, hemos de hacer hincapié en el rol del observador –denominado bully bystander–, porque no es un testigo pasivo, sino un participante activo e involucrado en la arquitectura social de la violencia.


El silencio puede hacernos cómplices. Cuando el bullying se da en la escuela, en el lugar de trabajo o hasta dentro de la iglesia, los “compañeros” juegan un papel fundamental como facilitadores de la violencia o como protectores. Por este motivo, el observar una situación y guardar silencio o no hacer nada al respecto, muchas veces es tan importante como ser parte del problema.


Se debe destacar que no hay una única razón por la que una persona acose a otra, y con frecuencia, pueden existir múltiples factores involucrados. El acoso es un comportamiento perjudicial y no justificable. Promover la empatía, la comunicación y la resolución pacífica de conflictos son medidas importantes para combatir el acoso en las comunidades.


El combate contra el bullying o acoso escolar es un desafío que involucra la promoción de valores positivos, el respeto mutuo y la empatía, y qué mejor que lograr esto mediante la palabra de Dios y solucionarlo mediante el amor de Dios. Analicemos algunas formas en las que la palabra y el amor de Dios pueden desempeñar un papel en la prevención del bullying:


🡪 Enseñanza de valores: Las historias y enseñanzas bíblicas a menudo promueven valores fundamentales como el amor, la compasión, la tolerancia y la no violencia. Al enfocarse en estos valores, se puede fomentar un ambiente de respeto y cuidado hacia los demás (Ama a tu prójimo como a ti mismo).

🡪 Ejemplo de amor y perdón: La fe en Dios a menudo implica el concepto de amor incondicional y perdón. Al practicar y enseñar estos principios, se puede fomentar una cultura de perdón y reconciliación (Perdonar 70 veces 7)

🡪 Promoción de la empatía: como cristianos enfocados en el amor y perdón nos debiese inspirar hacia la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos. Fomentar la empatía es esencial para prevenir el bullying, ya que ayuda a los jóvenes a comprender el impacto de sus acciones en los demás.


Con lo anterior no sólo podemos entender la perspectiva del acosador o el observador, sino también el cómo combatir y abordar a estas personas, ayudarlas a cambiar y a perdonarlas desde el punto de visto de la víctima, considerando que son procesos complejos que debemos abordar, pero, de forma objetiva, nunca de un punto de vista de condenar o juzgar a ninguna de las 2 partes. Es por esto que, debemos notar que en la Biblia hay variados relatos bíblicos que pueden relacionarse de alguna manera con conflictos o problemas entre hermanos o parientes que podrían compararse de alguna forma con situaciones de acoso o intimidación. Esto no es de forma explícita, pero ya con José en el libro de Génesis, encontramos conflictos y tensiones entre él y sus hermanos. Él era el hijo “favorito” de su padre Jacob, lo que generó celos y envidia entre él y sus hermanos. Los hermanos de José conspiraron para venderlo como esclavo, lo que también puede interpretarse como un acto de hostilidad hacia él. Aunque no se ajusta completamente a la definición de "bullying" moderno, muestra cómo las tensiones y conflictos entre hermanos pueden tener consecuencias graves. Vemos que entre los hermanos no solo lo apartan de su padre, sino que también lo intentan matar, hay una organización asociada y hasta testigos que no hicieron nada, como observadores, y Rubén fue quien intervino para no matarlo y venderlo. Dios nos muestra en esta historia que independiente de lo que ellos hicieron pudieron pedir disculpas, José los perdonó y aun así recibieron bendición por parte de Jacob su padre y fueron los principales de las posteriores 12 tribus de Israel (junto con los hijos de José).


Finalmente no es sólo lo que vivió José, como la víctima, también el punto de vista contrario de los hermanos que tuvieron una actitud matonesca o de testigos que no llevó a nada positivo, y también el cómo José los perdona y todo lo vivido queda subsanado. Nuestra justicia no es igual a la de Dios, y no siempre la justicia será hacer sufrir o ver sufrir a quien alguna vez nos hizo daño, nuestra misión es perdonar y la justicia viene después de parte de Dios. ¿Le deseamos el bien a quien nos hace el mal?

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